Artidoro Gracia, junio/09
Cuatro era un número muy pobre y flojo. Un día, pintado en el piso, los niños le aventaban piedritas junto a la puerta de un colegio, hasta que de hambre y aburrimiento se quedó dormido. Unas niñas que jugaban con seis aros, los dejaron olvidados junto a él.
Cuando Cuatro se despertó, pensó que tenía seis ceros y se sintió un Número Millonario.
Cuatro era un número muy pobre y flojo. Un día, pintado en el piso, los niños le aventaban piedritas junto a la puerta de un colegio, hasta que de hambre y aburrimiento se quedó dormido. Unas niñas que jugaban con seis aros, los dejaron olvidados junto a él.
Cuando Cuatro se despertó, pensó que tenía seis ceros y se sintió un Número Millonario.
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