sábado, 8 de agosto de 2009

Ceguera

Artidoro Gracia, agosto/09

Avanzaba dando tumbos, casi a ciegas y a rastras, con la bayoneta en mano, tumbando maleza para abrirme camino. De pronto, amor, tu cuerpo cayó a mi lado. Sin darme cuenta, te había cortado las alas con el cuchillo.

Y no escuché ni un reclamo tuyo, ni con tu mirada. Sólo lamentaste en silencio mi ceguera de siempre.